Este domingo 14 de diciembre del 2014 ha quedado dentro de la más rica historia de Barcelona SC. No porque de manera justa y merecida, tras una excelente campaña en la segunda etapa, logró ganar la misma y así el derecho a disputar en cotejos de ida y vuelta con su clásico rival, Emelec, el título de campeón sino, por la maravillosa respuesta de su hinchada.

La historia contará que en este domingo, Barcelona se dio el lujo de llenar con su hinchada y nadie más que su hinchada el estadio Olímpico Atahualpa. El dato oficial es de 32.264 boletos vendidos. Sensacional, espectacular y conmovedor.

Desde muy temprano en una maravillosa mañana, con el cielo azul totalmente despejado y con un sol radiante el estadio se vistió de amarillo. Todo el estadio amarillo. Banderas y pancartas que mostraban su respaldo desde todos los sectores del país: Esmeraldas, Los Ríos, Ibarra, Ambato, Tulcán, Manabí, Latacunga, etc; decenas de banderas ratificando que “un solo ídolo tiene el Ecuador”.

Estremecedor el grito que bajaba desde los cuatro costados del escenario. Cuánta pasión, cuánto amor y fidelidad a la camiseta amarilla. Que Barcelona convoque 30 mil personas no es extraño y no es para admirarse. En su Monumental ha superado las 60 mil. Lo histórico es que haya llenado el Olímpico Quiteño, que su poder de convocatoria lo haya reflejado ante U. Católica, que cuenta con una mínima hinchada y que lo haya llenado no precisamente en una final, sí en un partido importante, pero no en una final.

Barcelona es ídolo nacional. Barcelona tiene la mayor hinchad del país. La mitad más uno de los hinchas en el Ecuador visten de amarillo. Barcelona es un fenómeno social, “Un solo ídolo tiene el Ecuador”.

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