Más de un mes se tomó la FEF para contestar a  LDU, sobre el petitorio formulado en relación a la delegación oficial e invitados que viajaron al mundial de Brasil 2014 y los gastos que esto generó. Desde mi punto de vista, creo que no era necesario que Liga solicite una explicación ya que por lógica y ética, debió hacerlo la FEF por propia iniciativa y proceder.

La extensa respuesta, 15 páginas con sus respectivos anexos, no llenan las expectativas del país futbolero que quiere y tiene derecho a conocer, quiénes y por qué viajaron, cuál es valor que se destinó, en medio de una crisis económica de la mayoría de clubes del país, para cubrir estas lujosas y costosas invitaciones.

Las respuestas y explicaciones dejan aún más dudas y preguntas. Si bien la FEF deja claramente establecido que es potestad del directorio establecer la lista de la nómina oficial más los invitados que estime conveniente,  y que lo realiza amparado en el reglamento, pero lo que es legal no siempre es correcto. Si se establece que solo la selección mayor genera ingresos y que se debe financiar otras selecciones como las sub 20, sub 16, femenina, futsal, etc. No era más importante cuidar cada centavo y destinar los recursos para esos propósitos a cambio de armar el gran carnaval con más de 150 invitados.

No entiendo cómo en esta época en donde varios clubes están al borde de la quiebra económica, la FEF hospede a sus invitados en hoteles 5 estrellas,  entregue viáticos de 400, 200 y 100 dólares diarios a cada dirigente, es cierto, es potestad del directorio, pero la razón no pide mayor fuerza.

En el informe se manifiesta que varios cupos fueron vendidos a diferentes personas, periodistas, familiares, amigos y aficionados. ¿Quién los vendió?  Y, ¿esos ingresos a qué cuenta fueron a parar?

¿Qué relación existe entre la FEF y la Agencia de viajes Moon Travel?

¿No era mejor utilizar los cupos que entregó la mayorista de turismo para generar ingresos que vayan a inyectar la paupérrima economía de los clubes?

¿No era mejor invitar a los técnicos de las selecciones menores a cambio de dirigentes que no tienen mayor representación en el fútbol profesional?

¿Qué destino se dio a las 2.100 entradas que la FIFA entrego a la FEF, 700 para cada partido que disputo la Tri? ¿A qué manos fueron a parar?

Son algunas de las inquietudes que muchos tenemos.  Es cierto que es potestad del directorio contestar o no.  Mas, es cuestión de responsabilidad y respeto además de ético, despejar de forma clara y transparente todas estas inquietudes por el bien de nuestro fútbol.

Sobre El Autor

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.