Cuando empezaba la temporada el objetivo de la dirigencia, cuerpo técnico y jugadores era uno solo, ganar la primera etapa. Han transcurrido 22 fechas, el telón de la primera fase ha caído y LDU pude expresar «Misión Cumplida».

No ha sido una tarea fácil. Es más debió esperar a la última fecha, a la cual llegó con la obligación de conseguir la victoria para poder rematar una etapa, donde los números y las estadísticas reflejan que fue el equipo más regular y el que menos errores cometió: se mantuvo 20 fechas invicto, solo cedió puntos de local ante el  Deportivo Cuenca, sumó unidades de visitante en casi todos los compromisos y tuvo la valla menos batida del torneo; pero también hay que decirlo, este equipo, esta versión 2015, está lejos de esos equipos que hicieron historia en Liga por su accionar y respeto al buen juego y al espectáculo. Es una materia que aún tiene pendiente por aprobar el estratega argentino Luis Zubeldia.

En el diccionario de Zubeldia la palabra lógico es sinónimo de resultados. Con un alto nivel de autocrítica, el joven entrenador reconoció que sobre todas las cosas se priorizó el resultado.

Como han cambiado los tiempos, hoy o no sé si siempre, el resultado está sobre el espectáculo. Al fin y al cabo, para muchos el fin justifica los medios, pero para aquellos hinchas de paladar negro –que son la mayoría- queda la esperanza que en la segunda etapa se pueda agregar a los resultados el fútbol atildado que ha caracterizado al cuadro “merengue”.

Liga ha basado este objetivo en el conocimiento y metodología para convertir a Liga en un equipo resultadista y práctico. Sumar fue el objetivo sin importar si se juega bien o no. El aspecto principal para este logro está en el bloque defensivo. Sólido, solvente, Dominguez –el mejor golero del país- transmitió seguridad y confianza. Araujo y Romero estructuraron un sociedad que construyó un cerrojo defensivo que en solo 10 ocasiones pudieron perforar sus rivales. En 22 cotejos recibió 10 goles a un promedio de 0.45% por partido, notable. El medio campo fue compacto hasta la primera línea pero con un tremendo déficit a la hora de generar fútbol ofensivo. Liga tiene el sexto mejor ataque, con 28 tantos marcados, promedio 1,27 por encuentro. Narciso Mina con 8 dianas es su máximo artillero.

Es cierto y existe la conciencia que se debe mejorar, pero también es cierto que Liga tendrá un segundo semestre más tranquilo: ha logado clasificar para al menos disputar la final, si es que acaso no repite el primer lugar y da la vuelta olímpica automáticamente, ha asegurado su participación en el 2016 en la fase de grupos de la Libertadores, premiso importantes y merecidos. La misión está cumplida, pero el compromiso de volver por el fútbol de siempre y mejorar también debe estar latente. Por ahora los resultados avalan el trabajo. Liga gano la primera etapa de nuestro torneo.

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